Varias escenas fueron filmadas en sets equipados con pantallas LED, que permitieron recrear una Buenos Aires apocalíptica.
Tanto en la historia original de El Eternauta como en la serie de Netflix basada en la historieta de Héctor Germán Oesterheld, la nieve representa al primer enemigo invisible que cambia para siempre la vida de los personajes.
Para reproducir ese fenómeno climático en imágenes realistas, se utilizaron diversos recursos. Se emplearon toneladas de sal fina y bicarbonato de sodio para simular la caída de nieve sobre el suelo y su acumulación en distintas superficies; también se usaron espuma biodegradable, nieve de papel triturado e incluso burbujas tratadas con aditivos especiales.
A su vez, varias escenas fueron filmadas en sets equipados con pantallas LED envolventes de altísima definición, las cuales reemplazaron al tradicional fondo verde (croma). Esta técnica, adoptada por grandes producciones internacionales como The Mandalorian, permite recrear entornos virtuales hiperrealistas directamente en cámara, con iluminación dinámica y sin necesidad de una postproducción extensiva.
Cacodelphia Studios, el primer estudio de Latinoamérica especializado en producción virtual (Virtual Production), hizo posible esta realización. Aportó la tecnología necesaria para crear una Buenos Aires nevada y apocalíptica dentro del set.
Para las escenas en estudio, se montó un “infinity stage” de más de diez metros de largo, rodeado por pantallas LED curvas de alta definición. En ese entorno inmersivo, se proyectaron en tiempo real calles cubiertas de nieve tóxica, cielos tormentosos y avenidas desoladas, logrando que el set se integrara plenamente a la narrativa de la historia.
Las grabaciones en el estudio de Cacodelphia sorprendieron al actor Ricardo Darín, protagonista principal de la serie. Actuar rodeado de pantallas LED fue una experiencia única para él: “Trabajamos con unas pantallas que yo jamás había visto en mi vida. Mirá que he hecho muchas cosas, pero esto… esto fue otra cosa. Vos estás dentro del contexto, lo vivís, lo sentís. Es asombroso. Realmente asombroso.”