En la fachada del edificio Burj Khalifa, el más alto del mundo, de la ciudad de Dubái, se encuentra el sistema de iluminación LED más grande del mundo.
Dubái es una de las urbes más modernas y fastuosas del mundo. Hasta hace unas décadas atrás, era una metrópolis de mercaderes en medio de una zona desértica. Gracias a los petrodólares la convirtieron en un vergel, con los jardines más grandes del mundo en medio del desierto, islas artificiales en forma de palmeras, playas paradisíacas, parques temáticos, centros comerciales e imponentes edificaciones que atraen cada año a millones de turistas.
Una de las atracciones turísticas más visitadas de Dubái es la torre Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo con 828 metros de alto. El rascacielos posee 211 pisos en total y casi 310 mil metros cuadrados de superficie. La construcción del Burj Khalifa comenzó en 2004 y acabó en 2010. Es tal su grandiosidad que se puede ver a decenas de kilómetros.
Además de llamar la atención por su increíble arquitectura inspirada en la flor de lirio araña, desde hace unos años, también, atrae la mirada de los habitantes de Dubai o de los turistas que visitan la ciudad porque en su fachada instalaron la pantalla LED más grande del mundo.
El sistema de iluminación LED, que funciona como una pantalla gigante, es impresionante. Su instalación demandó el trabajo de más de 40 personas durante 47 días. Varios de los operarios se tuvieron que colgar a cientos de metros para colocar los soportes y los leds, soportando un calor infernal y fuertes tormentas de arena.
La pantalla cubre 33.000 metros cuadros y cuenta con más de 1,1 millones de píxeles Led. Para cubrir semejante superficie, se utilizaron 75,000 soportes diseñados especialmente para no dañar ni perforar la estructura de aluminio de la fachada, 72 kilómetros de cableado y 10.000 conectores.
La pantalla se usó por primera vez para recibir el Año Nuevo en 2015 con un extraordinario espectáculo que asombró al mundo. Desde su inauguración, ofrece deslumbrantes espectáculos de luces a lo largo de la noche que dejan extasiados a los residentes o visitantes que tienen la fortuna de presenciar semejante maravilla.
Como si tratara de un cuento de “Las mil y una noches”, la pantalla LED de la fachada del Burj Khalifa hipnotiza a los que pueden contemplarla y los traslada a un mundo increíble.